Hace unos días nos sorprendíamos, en esta parte del mundo (hay que matizar), con la recomendación, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de comer insectos. Consejo que según ellos acabará con el hambre en el mundo.
Insectos, fuente de proteína
Esta sugerencia está basada en el hecho de que los insectos son una fuente de proteínas y poseen un gran potencial como alimento para las personas y para los animales.
El informe, llamado “Insectos comestibles: perspectivas de futuro para la seguridad alimentaria y alimentación para el ganado” fue presentado en Roma y afirma que:
» … los insectos son una fuente importante y accesible de alimentos nutritivos y ricos en proteínas que se encuentran en los bosques.»
Como he comentado al principio, esta noticia nos sorprende en esta parte del mundo, pero hay que decir que existen alrededor de dos millones de personas para las cuales esta sugerencia es más bien una rutina en sus cocinas.
Los insectos más demandados y consumidos son escarabajos, abejas, orugas, saltamontes, langostas, escorpiones, … y así hasta más de 1.900 especies de “bichos”.
¡Ahí es nada!
Al hilo de esto la FAO vuelve a hacernos otra recomendación:
«Hay que comer medusas»
Como alguien dijo, el mayor depredador del planeta es el hombre. Y como Naciones Unidas ha aconsejado “Si no puedes luchar contra ellas, cómetelas”
Dado que los días de playa están a la vuelta de la esquina, no nos extrañemos si a partir de ahora vemos parrilladas de medusas, chipirones, escarabajos y langostinos acompañadas de unas cañitas frescas.
¡Qué aproveche, pues!